viernes, 3 de mayo de 2013

Llamamiento al “boicot” a Granini Por negarse a etiquetar en catalán


granini_457Por negarse a etiquetar en catalán al considerar que el Parlament “no tiene legitimidad” y que “todos entienden el castellano”
El hecho de que Granini se niegue a etiquetar sus productos en catalán ha provocado revuelo en la red, donde las etiquetas #granini o #boicotgranini son las dos tendencias más visitadas en Catalunya. La Plataforma per la Llengua explicaba que ha “recibido bastantes quejas de ciudadanos hacia Granini”.

“La Plataforma per la Llengua pidió una reunión con la empresa, por el grado de incoherencia e irresponsabilidad de la compañía en la política de etiquetado. La empresa la aceptó. En la reunión, la empresa se negó en todo momento a etiquetar también en catalán. Las razones: ellos no aplican las leyes del Parlamento de Cataluña y más cuando consideran que son inconstitucionales”, indican.
“A la pregunta si se planteaban, aunque fuera de manera progresiva y no inmediata, en un tiempo razonable, la adaptación al etiquetado en catalán, la respuesta fue un no rotundo. ¿Cuáles eran las razones para no etiquetar en catalán ni a corto ni medio plazo y seguir políticas lingüísticas diferenciadas para el consumidor catalán? Pues que consideraban las leyes catalanas sin legitimidad, que la empresa no tiene una repercusión negativa por no tener el catalán en la etiqueta y que todos los catalanes entienden el castellano”, explican.
“Ante los otros mercados en los que Granini respeta la lengua aunque los consumidores tienen pleno conocimiento de otras lenguas, reconocía que esto era cierto, pero que en estos casos las lenguas eran oficiales en la Unión Europea, lo que no ocurre con el catalán. El catalán, en palabras textuales del letrado, por ahora, en todo caso es útil para aprender otras lenguas como el portugués, porque facilita la pronunciación, pero más allá de eso no tiene incidencia en el mercado internacional y no hay conocerlo”, relatan.
“Seguramente Granini es un caso aislado muy beligerante contra el consumidor catalán, pero hay que tener presente una realidad que no podemos pasar por alto. No siempre las empresas fijan las políticas lingüísticas en función del mercado, de las leyes o de la responsabilidad social hacia el consumidor. Al frente de las empresas hay personas, y estas personas pueden tener criterios ideológicos y valores en contra de un determinado segmento del propio mercado, y pueden priorizar su ideología a las razones de la economía o del mercado en que se dirigen. Este es el caso de Granini. Pero hay otros”, indicn.
“Por si es de su interés, el mail de la sede alemana es press@eckes-granini.com, y el de la filial española es es-eckesbcn@eckes-granini.com. También hay más contactos en las respectivas webs”, concluye la Plataforma.

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